miércoles, 21 de abril de 2010

Así como la música jazz...

El viento se llevaba la luz de una vela, y hacía frío en el salón.
- ¿Puedo pasar? - Preguntó él, titubeando, en la puerta de casa, con una botella de lambrusco en la mano y cara de culpabilidad.
A las 12 de aquella misma noche ya estaba todo bien. La vela ardía lentamente, en el salón hacía calor, la botella de lambrusco amenazaba con terminarse y ellos dos estaban dispuestos a todo.


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